Lo que calla la tiroides, la psicoterapia lo escucha

El hipotiroidismo va más allá del cuerpo: impacta emociones, mente y autoestima. Escucharse con ternura y transformar la exigencia en amor propio es el primer paso hacia el bienestar.

Hace 18 años, mi cuerpo empezó a hablar en un idioma que yo no entendía: fatiga, lentitud, niebla mental, tristeza, aumento de peso sin causa aparente, etc. El diagnóstico fue HIPOTIROIDISMO, ¡ y qué es eeesoooo! Sólo me dijeron que subiría de peso y de por vida tomaría medicamento, imponiendo una creencia un tanto falsa y negligente médica hacia mi salud; pero oohhh sorpresa, lo que ese médico tan renombrado no me explicó fue el impacto emocional y psicológico que traería consigo ésta enfermedad. No solo se trataba de hormonas: se trataba de identidad, de ritmo, de valor personal, de cambio de creencias, etc.

Con tal incógnita durante años, viví atrapada en creencias limitantes que me exigían ser productiva, fuerte, impecable, vivir sin quejarme, ni justificar mi nivel bajo de energía, entre otras cosas. Y en esa exigencia, me fui desconectando de mí, de mis relaciones con los síntomas, de mi cuerpo.

Fue en ese camino que como psicoterapeuta Gestalt, surgió ese cosquilleo de iniciar un camino diferente, de iniciar una investigación y reconecte con mi parte humana y profesional ante todos los cambios que iba experimentando, y empecé a investigar día a día, darme cuenta y entender el hipotiroidismo no solo como una condición médica, sino como una experiencia emocional y psicológica, que toca la autoestima, las relaciones, el deseo, convirtiéndose en la voz interna del cambio hacia un nuevo estilo de vida.

De esa manera identifiqué mis cambios corporales y mentales, y aprendí a escuchar y comprender mis síntomas desde la compasión, transformando la exigencia en ternura y el juicio, en dar permiso al cuerpo para un reajuste, integrando así cuerpo, emoción, narrativa y vínculos.

Como Psicoterapeuta y facilitadora de talleres y capacitación, he escuchado que muchas mujeres viven ésta misma batalla, con juicios, exigencias, falta de empatía, etc.

En éste camino aprendí que la pausa, no es debilidad, sino sabiduría para ser consciente, sin prisa, sin culpa, sin castigo, de ahí que empecé a trabajar en mí misma y abrir el espacio psicoterapéutico para todas las personas que presentan ésta enfermedad, para encontrarse y vivir sin ataduras, sin defectos.
Pero, a todo esto, ¿que es el HIPOTIROIDISMO?… excelente pregunta.

El hipotiroidismo es una enfermedad crónica en la que la glándula tiroides no produce suficientes hormonas tiroideas, haciendo que las funciones del cuerpo se ralenticen.

Las hormonas tiroideas son esenciales para regular el metabolismo y muchas funciones corporales, y su deficiencia puede causar síntomas como cansancio, aumento de peso, sensibilidad al frío, piel seca y depresión, entre otras muchas. La causa más común es la enfermedad de Hashimoto, una enfermedad autoinmune, pero también puede ser provocada por tratamientos contra el cáncer, radiación, estrés o extirpación de tiroides.

Y la pregunta que muchas personas me hacen en consulta es: ¿porque no se detecta a tiempo?

Es simple y complejo, el hipotiroidismo es una condición silenciosa que afecta a millones de mujeres. Más allá de los síntomas físicos; fatiga, aumento de peso, niebla mental, piel seca, etc; existe un impacto emocional profundo que rara vez se nombra: el conflicto entre lo que el cuerpo necesita, lo que la gente exige y lo que la mente no asimila.

Muchas mujeres que viven con hipotiroidismo lo hacen confundidas o con creencias limitantes que dictan: cómo “deberían” sentirse, rendir, lucir y comportarse en todas las áreas de su vida, el cansancio se juzga, la lentitud se critica, los cambios emocionales son etiquetados por personas que ignoran este padecimiento, simplemente no hay capacidad de escuchar lo que los síntomas gritan; mientras quienes lo padecen, se hunden poco a poco, sin darse cuenta que van saboteando su bienestar, sus relaciones y su desarrollo personal.

El hipotiroidismo no solo ralentiza el cuerpo, también enturbia la mente; de forma constante escucho a mis pacientes mujeres que lo describen como vivir en una niebla constante: olvidos, dificultad para concentrarse, pensamientos confusos, emociones que se desdibujan. Pero lo más doloroso no es la niebla en sí… sino no saber cómo salir de ella, aunado a la crítica que reciben de sus familiares, amigos y/o compañeros de trabajo; situación que causa dolor, aislamiento y en algunos casos depresión.

La claridad mental no se recupera solo con medicación, se reconstruye tratándose así mismas de forma amorosa, desde adentro. Y ahí es donde la psicoterapia se vuelve esencial, pero no cualquier psicoterapia, sino la que aplico contigo, la que te lleve al conocimiento y empatía con el que será tu compañero de vida: el hipotiroidismo.

Identifique gracias a la información dada por pacientes, que el hipotiroidismo afecta funciones cognitivas clave como: memoria, atención, procesamiento emocional. Pero también activa un diálogo interno lleno de exigencia, culpa y frustración. Muchas mujeres se dicen:

  • ¿Por qué no puedo pensar con claridad?
  • Estoy fallando en todo.
  • Ya no soy la misma.

Las mujeres con hipotiroidismo suelen vivir una doble batalla: contra los síntomas físicos y contra la voz interna que las juzga por «no ser suficientes”. Esta lucha genera un desgaste emocional que impacta todas las áreas de su vida.

La psicoterapia no borra el hipotiroidismo. Pero sí puede ayudarte a navegarlo con más conciencia, más herramientas y más amor propio. Porque la claridad mental no siempre llega como un rayo. A veces, se construye como una vela encendida en medio de la niebla. Y cada sesión terapéutica es una chispa que ilumina el camino.

El hipotiroidismo no define a una mujer, pero sí puede ser una oportunidad para redefinir su relación con el cuerpo, con el tiempo, con el amor propio. Cuando se suelta la exigencia, aparece la posibilidad de habitarse con más verdad. Y en ese espacio, el desarrollo personal deja de ser una meta… y se convierte en un camino.

La enfermedad está, el camino es tu elección.

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Lety Domínguez
Lety Domínguez
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