Cuernavaca, Morelos
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Por lo general en la sociedad de la que somos parte, hablar sobre asistir a terapia psicológica es algo mal visto y negativo; existe la creencia de que solo las personas que tienen alguna enfermedad mental deben tomar. Es un tema que cuando se toca se presta como un blanco fácil de crítica.
Por lo tanto aún falta mucho por hacer a favor del tratamiento psicológico, se debe trabajar para eliminar las creencias anteriores, ya que debería ser un asunto que tuviera más apertura social porque es una gran herramienta para el bienestar de las personas. Que sea conocido como algo positivo en la vida de cada individuo.
De pronto sientes la necesidad de contar aquello que te hace sentir mal y a quien te acercas son a las personas de las que estás rodeado como amigos, familiares, pareja o alguna persona de tu entera confianza, pero cuando te abres a contar ese problema personal van a tender a juzgarte porque la mayoría de las personas carece de empatía y la opinión que emitan en vez de hacerte sentir mejor, el efecto es el contrario, te sientes peor. Lo anterior tampoco hace malos a tus seres queridos, simplemente es que cada uno de ellos tienen su propia historia de vida, con sus creencias y sus valores que van a emitir su opinión de acuerdo con su manera de ver la situación y no precisamente su forma de mirarlas es la correcta para ti. En cambio, un profesional en la materia ayudará a que aclares tus ideas, te sientas comprendido, veas las cosas desde otras perspectivas y entonces vayas encontrando la solución a lo que te hace sentir mal.
En conclusión, en la medida que vas asistiendo a las sesiones de terapia aprendes otras formas de resolver tus conflictos y entonces ves a los problemas desde otra perspectiva, los nuevos métodos aprendidos, los puedes ir replicando a manera de ensayo y error para solucionar otros aspectos de tu vida.
Que la terapia sea vista como un signo de salud y no de locura.
Mishelle Pineda