Autonomía o independencia, vamos aclarando conceptos

La autonomía económica suele ser entendida como la capacidad de las mujeres de tomar decisiones sobre su productividad, la elección de un trabajo u oficio para generar ingreso, el tiempo dedicado a un trabajo no remunerado y a uno remunerado, la posibilidad de adquirir bienes y administrarlos, de tener información completa y veraz para sus decisiones económicas, a participar de las decisiones económicas de la familia, de la comunidad, y del Estado.
Para que la autonomía económica se construya es importante generar estrategias que les permita potenciar en sus proyectos productivos, desde sus comunidades, territorios y empresas. No basta con que las mujeres incursionen en los mercados, sino que hay que promover que su presencia contribuya a la transformación y crecimiento económico del estado y país. Es importante tomar muy en cuenta que actualmente, el 34.9% de los hogares del Estado, están a cargo de una Mujer1, así mismo, el 43% de la población Morelense, vive en condiciones de pobreza moderada, con un índice de informalidad de más del 60%.
Una dificultad por la mayoría de las mujeres que buscan fortalecer sus proyectos productivos, se relaciona con las herramientas para manejar las redes sociales y dispositivos tecnológicos.
La autonomía económica de las mujeres implica renegociar las prácticas y formas de relacionamiento intrafamiliar y social, lo cual requiere acciones de redistribución de las actividades de cuidado no remuneradas, partiendo del reconocimiento de las labores cotidianas de cuidado adjudicadas de forma mayoritaria a las mujeres y niñas. Como bien lo expresa Silvia Federicci: “venimos de una experiencia generacional de mujeres que han trabajado sin ningún tipo de remuneración y que no tenían conciencia del valor de su tiempo, de sus vidas, porque siempre sus trabajos fueron naturalizados y representados como servicios personales”2
Es importante capacitar a las mujeres para desmitificar la innovación, impulsar modelos de negocio capaces de crear y generar valor en las empresarias y emprendedoras, avanzando en el concepto de empoderamiento, fortaleciendo la seguridad empresarial de las mismas. Es por ello que desde Identidades Mujer, cumpliendo 10 años de fundación, seguiremos impulsando:
- Visibilización de liderazgos desde plataformas digitales
- Capacitación en herramientas digitales como redes sociales, uso de
- dispositivos, mercadotecnia digital y comercio electrónico.
- Vinculación empresarial, con diversos grupos de empresarios/empresarias, y redes de trabajo
- Tianguis virtuales, desde nuestras plataformas
- Impulso del comercio electrónico
Es importante
Reconocer la importancia que tiene promover la autonomía económica de las mujeres, de una manera integral, para la reactivación económica del estado.
- Identificar e implementar medidas de sostenibilidad de los emprendimientos de mujeres.
- Promover acciones específicas para garantizar el acceso de las mujeres a la sociedad del conocimiento digital a través de la “alfabetización digital”, fomentando la promoción de las mujeres como programadoras, creadoras de contenidos y de tecnología.
LA AUTONOMÍA ECONÓMICA DE LAS MUJERES ES UN CAMINO PARA LA SUPERACIÓN DE LAS VIOLENCIAS DE GÉNERO.
1Censo de población y vivienda 2020.
2Silvia Federicci, “Comunes y comunidad ante las desposesiones del neoliberalismo”, en Luchas y alternativas para una economía feminista emancipatoria”, compilado por Patricio Dobrée ; Natalia Quiroga Diaz.- 1a ed . – Ciudad Autónoma de Buenos Aires : CLACSO ; Montevideo: Articulación Feministra Marcosur-AFM ; Asunción: Centro de Documentación y Estudios-CDE, 2019. Página 56. Disponible en: http://biblioteca.clacso.edu.ar/clacso/gt/20191108021928/Luchas_y_alternativas.pdf