Cuernavaca, Morelos
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Llevamos varios siglos, desde la existencia de la humanidad, padeciendo los resultados de un tema que de primera vista parece no tener fin o solución, pero sí nos adentramos al tema podemos ver que poco a poco, a paso lento pero firme, se ha ido generando una evolución y un progreso. La desigualdad entre mujeres y hombres, ha sido uno de los temas fundamentales para que nuestras sociedades actuales mantengan vigentes problemas de nuestra historia con un resultado no favorecedor, no solo a la mujer sino a la especie humana. Tenemos miles de ejemplos dentro de la “evolución” de la humanidad, en donde mujeres son juzgadas, abusadas, violentadas, omitidas, excluidas y sometidas por el simple hecho de ser mujeres. No se trata de buscar un culpable, ya no; se trata de buscar todas aquellas opciones y posibilidades con las que podamos, como sociedad, generar un constructo social incluyente, equitativo, respetuoso y armónico para que todos tengan un buen lugar y desde ahí comenzar a generar acciones que aporten a una verdadera y bien fundamentada evolución.
Con todo este conjunto de conocimiento comencé mi propia re educación sobre el tema feminista y me he sorprendido bastante de toda la información. Es demasiada la ignorancia con la que el colectivo sobrevive actualmente, y no solo en el tema feminista, sino en temas que deberían convertirse en prioridades urgentes desde un punto de vista más global como especie que coexiste en el planeta: la contaminación y ecología, la discriminación, la economía, los desabastos masivos de comida y agua potable, el consumismo, la tecnología y la educación emocional, por mencionar algunos de ellos.
Puedo aceptar, sin vergüenza de ello, que por un tiempo y desde mi ignorancia del tema; juzgué algunos de los actos y movimientos feministas hasta que fue el tema quien, desde la información me hizo abrir los ojos de una realidad en la que vivimos, no solo en el país, sino más allá de las fronteras, incluso en países de primer mundo. El sometimiento agresivo, violento y desmesurado a las mujeres no cesa, incluso los feminicidios se mantienen en aumento en las estadísticas y en nuestra vida diaria y nadie, al parecer, hace nada. Mi intención de escribir este artículo es ampliar el conocimiento de ciertos conceptos básicos para por lo menos cuestionar un sistema de creencias que hemos venido aceptando de generación en generación. A mi parecer ha llegado el tiempo en el que todos debemos comenzar a hacer un aporte desde la responsabilidad individual, para que el colectivo comience a modificarse. Al fin de cuentas, dependerá de cada uno de nosotros el destino de nuestra especie y sobre todo de nuestro planeta.
Mencionaba anteriormente que no es necesario buscar un culpable, ya que los actos y acciones que actualmente repetimos son aquellas dinámicas que solamente hemos aceptado en automático y hacer una búsqueda del responsable de todo este sistema solamente nos llevaría a perder más tiempo del que tenemos para encontrar una verdadera respuesta/solución a nuestra realidad actual. Puedo comprender que hay mucho enojo y coraje contenido en la historia y más de todas esas mujeres agredidas. Tampoco se trata de justificar al victimario (lamentablemente en esa palabra nos podríamos incluir muchos de nosotros) simplemente se trata de entenderlo y como lo dije, atender la necesidad de solución.
Comenzaremos a estudiar diversos conceptos para ir aclarando las ideas y poder accionarlos en nuestra vida diaria. Insisto, no se trata de juzgar ni de buscar un culpable, se trata de comenzar a hacer algo diferente en nuestro diario vivir y así ir generando una dinámica diferente en nuestras relaciones humanas. Sí al leer esto te genera cierta incomodidad, tampoco permitas que la severidad accione. Dicho conocimiento está arraigado en nuestra psique y poder verlo para cuestionarlo es un gran paso. Date el permiso de introducir los conceptos y llevarlos más allá de tu lenguaje diario, sino de volverlos un estilo de vida.
Androcentrismo: Manifestación sexista que consiste en tomar al hombre varón como el prototipo o modelo de lo humano y su perspectiva como el punto de vista de la humanidad. Bajo esta forma de sexismo, el hombre y lo masculino son entendidos como centrales a la experiencia humana mientras que la mujer y lo femenino son entendidas como “lo otro” o “lo específico y particular”.
Asertividad: habilidad fundamental para manejar con diplomacia situaciones en las que otro se toman más libertades de la cuenta, teniendo una falta de consideración de los derechos del otro, incluso la falta de respecto. Fijando límites de forma firme y pacífica sin perder el respeto.
Buen vivir: significa la satisfacción plena de las necesidades tanto objetivas como subjetivas de las personas y los pueblos y por ende el goce de todos los derechos humanos por todas las personas sin ningún tipo de discriminación. A nivel individual implica cambios de creencias, hábitos y comportamientos consumistas y al rompimiento con modos de vida egocéntricos y explotadores de otras.
Autocuidado: actividad que realiza o debería realizar cada persona para sí misma y que por lo tanto nos cuesta mucho a las mujeres debido a que hemos sido socializadas para cuidar a otras y otros pero no a nosotras mismas. El autocuidado es más o menos necesario en distintas situaciones concretas de la vida, y consiste en aquellas acciones intencionadas que dirige la mujer hacia sí misma o hacia su entorno para regular los factores internos o externos que pueden comprometer su vida, seguridad, felicidad, salud, su propio desarrollo o su bienestar y buen vivir.
Concientización Feminista: el proceso por medio del cual nos damos cuenta de que nuestra experiencia individual de discriminación y opresión dentro del paradigma patriarcal no es un asunto privado o un problema individual o aislado sino un asunto estructural que nos afecta a todas las mujeres. Este proceso nos lleva a tomar una posición política frente al paradigma patriarcal y frente a todas las estructuras de opresión que él crea para poder transformarlas.
Diversidad: las variadas, complejas, enriquecedoras y naturales diferencias entre mujeres y hombres entendidos en el marco de la experiencia compartida dentro del paradigma patriarcal.
Feminismo: ideología que no sólo defiende los derechos e intereses de las mujeres, sino que defiende el idéntico valor o equivalencia de todas las personas, para lo cual elabora, partiendo de las experiencias vividas de las mujeres, un conjunto de teorías sociales y ejecuta diversas prácticas políticas en abierta crítica a las relaciones desiguales de poder entre los sexos, las razas o etnias, las naciones, etc.
Micromachismo: sutil e imperceptible dinámica de poder de dominio masculino en lo cotidiano, que atentan en diversos grados contra la autonomía femenina. Hábiles artes, trucos, tretas y manipulaciones con los que los varones intentan imponer a las mujeres sus propias razones, deseos e intereses en la vida cotidiana.
Roberto Arellano
Terapeuta Sistémico, fiel creyente del potencial humano y amante de la vida.
Feminista
Contacto: rob28arsa@gmail.com
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